lunes, 23 de abril de 2018

Familia y hogar. Semana 37


Terminamos la semana con el embarazo a término que se suele decir.

Hemos llegado a la clase práctica de parto y nos han enseñado las diferentes maneras de respirar para soportar el dolor de las contracciones y la manera correcta de hacer los pujos en el expulsivo.

Cuando menos me lo espero Jorge dice: ¡contracción! Y acto seguido tengo que coger aire profundamente, soltarlo y, al volver a cogerlo intentar aguantar sobre los 40 segundos haciendo respiraciones altas por boca o nariz. Cansa bastante al principio pero una vez le coges la práctica es fácil. La cuestión es intentar que, durante la contracción, se mueva lo más mínimo la zona diafragmática.

Me han salido tres mini estrías en la zona baja de la tripa. Yo que pensaba que me iba a librar de ellas… son pequeñitas  casi no se ven pero bueno… serán los tatuajes de un proceso de creación de vida. Viéndolo así, hasta sale barata la impronta natural en la piel.

El viernes pensaba que me ponía de parto. Después de un día intenso de visita al cole, (Teníamos pendiente poner unas frases de decoración y hasta que no terminé de hacerlo no paré), parada a ver el traje de comunión de una compañera, comida, preparación de atriles (las sillas las dejé para otros) para el concierto de canciones en valenciano con la Orquesta Vivaldi y Gustavo Paradís y la obligatoria cena post concierto, ya no podía con mi alma. Unos dolores… y es que con casi 38 semanas de gestación una ya no está para estos trotes…

Que no apriete demasiado el calor con lo que nos quede.

Me siento como una morcilla hinchada que no sabe hasta cuándo va a tener que esperar…



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