- Puede ser.
- ¿Solo sabes responder con frases condicionales?
- No, bueno, también me gusta utilizar monosílabos.
- Ya lo he notado.
- ¿Si?
- ¿Ves? Otro.
- ¿Pero a ti qué te pasa? Si fueras chica pensaría que te ha bajado la regla.
- Hablando de reglas… tu no tienes que preocuparte, seguro que te baja este mes.
- ¿Eh?
- ¡Que me tienes a dos velas! ¡Que hace un mes y medio que no follamos! ¡Que estoy que me subo por las paredes!
- Exagerado… ¿tanto hace?
- Pues sí, después no te quejes de que no aguanto... con las ganas que tengo, con solo tocarte me corro.
- De eso nada. ¡Tu te esperas a que yo me corra que luego te me duermes y la que me quedo a dos velas soy yo!
- Si al final tendré yo la culpa de todo...
- Pues claro. Como siempre.
- Lo que hay que aguantar...
- Si no quieres estar conmigo ya lo sabes... ¡ahí tienes la puerta!
- Siempre terminamos igual.
- Porque me pones de los nervios.
- Pues ya podría ponerte cachonda...
- Ya estamos otra vez...¿Sólo sabes hablar de sexo? Nuestra relación va mucho más allá de eso.
- Si tu lo dices...
- Venga bajate los pantalones.
- ¡Que rápido ha sido esta vez!
- ¿Qué?
- Normalmente me cuesta más de una discusión hacerte entrar en razón.
- Bueno puede que a mi también me apetezca follar contigo.
- Puede ser.
- Pues ale ¡calla y bájate los pantalones!