lunes, 10 de diciembre de 2018

Abril en noviembre de 2018. Séptimo mes.


Pesas 8 kg, mides 66 cm y tienes un perímetro craneal de 44,5cm.

Un mes de nuevos espacios, nuevas rutinas y nuevos descubrimientos.

Nuestra nueva casa te ha dado la posibilidad de explotar al máximo las habilidades que más tenías desarrolladas.

Al día siguiente de cumplir seis meses empezaste a gatear como un cohete y ya nadie te ha parado. Te recorres toda la casa.

La alfombra de foam la tenemos básicamente para los juguetes porque lo que de verdad te gusta es investigar todos los rincones de la casa.

Pasas por debajo de las mesas de centro, rodeas el pilar central, nos buscas en el baño rápidamente cuando ves que hemos encendido la luz y te vuelves loca con el espejo entero de pared de la lavadora y de la entrada. Aún no sabes que es tu reflejo pero te comes a besos y a manotazos.

En el vestidor te encanta tocar los zapatos y asomarte por la ventana de la habitación para ver la palmera de la vecina. Ahora tienes vistas de árboles desde casa.

En la cocina tenemos que ir con cuidado y muy rápidos al abrir las puertas de los armarios porque te encanta cotillear lo que hay dentro.

Enchufes, cables y elementos peligrosos te atraen más que el mejor juguete del mundo. Tenemos que estar siempre alerta.

A nivel motor estás muy espabilada. Te coges de los objetos y te pones de rodillas e incluso intentas ponerte de pie con la posición de yoga de la montaña (tadasana) y trepando.

Al principio, como era una nueva postura y no sabías volver al gateo, te soltabas y ya te has pegado unos cuantos coscorrones. Ahora ya vas teniendo más claro como volver a la posición del gato.

No tengo prisa en que camines. Estoy segura de que el gateo durante una larga época te aportará muchos más beneficios que el caminar. Porque tu cuerpo aún no está preparado para estar en vertical y la libertad que te da el gateo para descubrir todo lo que te rodea te hace autosuficiente en los desplazamientos.

Hace un par de días que has aprendido a sentarte sola. Pensaba que aprenderías a sentarte y luego a gatear pero ha sido al revés.

Aún tenemos que estar pendientes de que te aguantas y no pierdes el equilibrio pero ahora ya empiezas a jugar sentada solo con el apoyo de las piernas.

Parece que el cambio de mes te ha hecho asentar todos los avances y un día antes de cumplir los 7 meses has aprendido a pronunciar la sílaba “pa”. Te pasas el día diciendo papá y mamá.

Papá esta de excedencia con lo que te has habituado a dormirte con él y sus rutinas. Estoy alucinada porque te lleva a tu habitación, te canta un poco al brazo y enseguida estás durmiendo.

Por el día te duerme papá y por la noche mamá.

Es un lujo poder hacer las comidas los tres juntos y ha sido todo un acierto ofrecerte (que no introducirte, introducir se introducen los supositorios, como dice Julio Basulto) la comida con el método BLW, que no es más que seguir con la alimentación a demanda pero con sólidos.

Durante este mes te hemos ofrecido y te has comido de buen gusto, aguacate, plátano, manzana al microondas, boniato, pera, caqui, kiwi, calabaza y la estrella de las frutas; la naranja.

Te encanta comerte los gajos enteros.

También has comido tomate, pan sin sal, huevo, avena, aceite de oliva y arroz.

A partir de ahora introduciremos más verduras y proteínas animales.

Es una maravilla que seas autosuficiente, que no tengamos que estar dándote la comida, que experimentes con las texturas, que te autorregules el apetito y que vayas descubriendo los sabores, los colores y los aromas de la comida tal cual es.

Y no manchas tanto como pensaba…  En un mes que llevas ya vas oponiendo el pulgar y el índice para coger los alimentos y los objetos más pequeños.

La casa la tenemos prácticamente terminada. A falta de decoraciones, cortinas y la parte de jardín, estamos totalmente establecidos.

Desde que estamos aquí no has vuelto a tener moquitos. Haces tu primera dormida, de unas tres horas, en tu habitación y en tu cuna y después duermes con nosotros en la cama.

Al tener colchón nuevo y ser grande tenemos espacio para los tres y yo, ni me despierto cuando tú quieres tomar pecho. Simplemente te acercas, succionas un poco y sigues durmiendo.

Los discos absorbentes imprescindibles. La leche sigue saliéndome a chorros y, por la noche, si no tengo cuidado termino con toda la camiseta y las sábanas mojadas.

Respecto al desarrollo cognitivo, has descubierto las distancias, que nos podemos alejar, y te encanta jugar a que papá desaparece y aparece detrás de los objetos e incluso tú, taparte con la sábana y destaparte y jugar al cucú.

Mamá está encantada con volver a trabajar. A las 22h estamos todos en la cama y creo que dormimos incluso más que antes porque, aunque cojo el móvil hasta las 23 para mirar las redes sociales, casi todas las noches, antes de las 22’30 lo he tenido que dejar porque se me cierran los ojos.

Y es que sigo pensando que no hay mejor somnífero que dar pecho. Por la noche te deja en un estado de relax y somnolencia que es mejor aprovechar.

Ahora vienen las últimas semanas del primer trimestre, festivales, evaluaciones, excursiones, y actividades varias.

Pero ya se huele la navidad, las luces ya llenan las calles y, aunque aún no hace demasiado frío, en la plaza ya tenemos la churrería y apetece aprovechar las mañanas para pasear y encerrarse en casa calentitos por las tardes a jugar y leer cuentos.

Pronto terminaremos 2018.

El año en el que Abril fue mayo.

El año en el que la Navidad será Abril.