sábado, 12 de junio de 2021

Diario de una leucemia - Día 132

Terminaron las AR.
Hoy terminó AR3 y no sé si en nuestro rostro hay una sonrisa o unas ojeras.
Contentos por terminar los ciclos más duros.
Pero agotados.
Jorge y Abril.
Esta vez, con un cuerpo diminuto agotado y una mente harta de corticoides, el AR más corto, dura un día menos que los anteriores, se ha hecho interminable.
Subieron los niveles de azúcar y tocó hacer controles.
No es nada, un pinchacito en el dedo.
Pero el cuerpo y la mente están cansados de ceder.
De ceder a ponerse gotas de antibiótico en los ojos porque una de las quimio se puede expulsar por los lagrimales.
De ceder el dedo para la muestra de azúcar.
De aguantar en ayunas hasta las 11h para sedar y recibir la tripe intratecal por punción lumbar.
De aguantar dos horas después sin comer y acostada.
De estar monotorizada mientras se transfunde otra de las quimios.
De todo.
Ni las recetas improvisadas, ni las videollamadas, ni las horitas de cole ni los juegos de la tablet han podido esta vez.
Porque escucharla decir: “es que tengo tanto hambre… “ y no poderle dar nada ni en ese momento ni en las próximas seis horas es muy duro.
Y ella misma no entender por qué su cuerpo le pide tanta comida tampoco.
Pero ya vuelven.
Hoy vuelven a casa.
Y con corticoides, agotados, con las defensas bajas y esperando el bajón de esta tercera tanda, dormiremos juntos.
La mejor medicina para recuperar.
Os esperamos en el hogar.



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