domingo, 26 de noviembre de 2017

Familia y hogar. Semana 8-9

Semana 8

Empezamos la semana con visita ginecológica.

Dice que estás enorme y que puede que tengas una semana más de lo que pensamos.

Todo está correcto.  Mamá ha pasado la toxoplasmosis, la varicela y todas aquellas enfermedades que pueden preocupar durante el embarazo así que podrás alimentarte con todo tipo de alimentos. Incluido el jamón o el pescado crudo previamente congelado. Aunque creo que intentaremos no abusar de estos alimentos.

La ginecóloga nos ha contado que asiste los partos en Valencia, con lo que hemos buscado otra clínica ginecológica porque para tu padre es mucho más cómodo que nazcas en Castellón ya que su cole está allí. A mí también me apetece más. Siempre vamos al Jaume I para cualquier cosa y fue allí donde nos enteramos de tu existencia.

Así que dos días después nuevo ginecólogo. Esta vez hombre.

Volvimos a verte en ecografía  y oímos de nuevo los latidos de tu corazón. ¡Para lo pequeñ@ que eres cómo suenas!

Este médico sí que me ha mandado unas pastillitas para la tiroides, que me salía un poco alterada y unas vitaminas de estas de embarazada que llevan un poco de todo.

Así que hemos dejado de tomar el ácido fólico con vitamina D (Ovusitol D) por las mini pastillitas tiroideas y el Gestacyn embarazo.

El jueves lo dije a mi super equipo de trabajo y a las brujitas del Pio XII.

¡Me parece que se va a saber rápido, rápido! Y más cuando el viernes, después de unos días con picores al orinar, decido ir al médico y en la sala de espera nos encontramos con una de las mejores amigas de la madre de Jorge y su hija.

Con que hayan estado un poco atentas habrán escuchado a la recepcionista darnos la enhorabuena.
Y, efectivamente, infección de orina. Antibiótico. No es lo más recomendable pero peor es una infección mal curada.

Después de dos sobres en 48h han desaparecido los picores y síntomas.



Semana 9

Empezamos la semana con empezar a contar tu existencia al mundo.

El miércoles, después de una cocope, lo conté a todos mis compañeros de trabajo.

Se supone que eres de grande como una uva y, aparte de seguir con las molestias de los olores (no me dejas ni fregar, ni hacer la colada, ni cambiar las sábanas…) y de que el calor pese a que entramos en octubre no se va, no he notado grandes cambios.

A partir de ahora vamos anunciándote en grupos y quedadas.

Aprendemos sobre la marcha. La gente me habla de la minicuna, el cojín de lactancia, la trona… y todo es nuevo para mí.

Pero vamos... en cuestión de compras aprendo rápido.


No te preocupes.




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