martes, 12 de junio de 2012

365 días sin Paco Martí

Papá, aún sigo soñando contigo. Fue muy duro verte dar el último suspiro de tu existencia.
Tengo tanto que agradecerte que no sé por dónde empezar.

Recuerdo nuestra última horchata juntos.
-         No sabes el tiempo que hace que no bebía una- me dijiste.
A veces, deberíamos dejar a un lado todo lo establecido como sano y darnos unos cuantos homenajes.
Nunca sabes cuándo vas a dejar de poder hacerlo.

Recuerdo tu cara de angustia en la sala de espera del médico al ver los resultados de las pruebas. No quisiste verlos antes. Los dos solos. Nuestras miradas.
Mis ojos intentando no derramar lágrimas y al mismo tiempo las mejillas empapadas.
No había nada que hacer. Lo sabíamos.
Aún así luchamos el poco tiempo que el destino nos dejó.

Recuerdo nuestro viaje en Bilman Bus de 7 horas a Donosti para despedir a Pedro. Si llego a saber que estabas enfermo, hubiéramos pagado las desorbitadas cifras de los billetes de avión.

CAMPEÓN. Sí, así, con mayúsculas.

Aguantaste mis lloros, la pena de los amigos, el dolor de la familia. TODO.

Me decías que te dolían mucho las piernas. Te dormías en el sofá nada más nos íbamos a descansar. Y yo todo lo acarreaba a la pena. Sin imaginar nada.

No podías más y estuviste ahí, conmigo. Sin conocer a nadie pero consolándome ante un hecho que tú tenías muy cerca y no me quisiste decir.

Ni a mí ni a nadie.

Porque no querías vernos sufrir.

El día que te dijeron que tenías metástasis aún fuiste a trabajar. Nunca dejaré de admirar tu implicación en el instituto en el que, aunque a algunos les pese, has sido el mejor director que conocerá Almenara.

Muchos problemas en el centro estos últimos años y tu siempre al pie del cañón.
Ayudando a todos. Perdonando. Agradeciendo.

A veces pienso que fuiste demasiado bueno.
Otras, siento tanta admiración por ti que ojalá sea ni la mitad de increíble que has sido tú para tanta gente.

Muchas gracias papá. Me inculcaste disciplina, el gusto por la lectura, la pasión por la música y la educación en unos valores que siempre llevaré conmigo.

Recuerdo los cuentos que me contabas por las noches, las horas que te tocaba escucharme estudiar violín cuando aún sonaba a gatos y lo orgulloso que estabas de tus cuatro niñas.
Tus cuatro flores a las que has cultivado todo lo que has podido.

Ya se lo dije a Pedro hace unos días.
Espero que en algún sitio os hayáis podido encontrar.

Yo, en la casa en la que naciste, voy a reunir toda tu música y literatura con todos los libros y discos de Pedro.
Allí montaré una gran estantería en la que, sentados en mi nuevo sofá rojo, nos podremos sentar los tres cada noche, tomarnos una horchata y disfrutar del arte que habéis inculcado en mi vida.


Te quiero papá.




                                              Paco Martí Sanz 25/10/1955 - 12/6/2011

11 comentarios:

  1. un abrazo, Rosa... ayer se cumplieron 19 años de la marcha de mi madre... caminito del cielo... aquí seguimos...

    ResponderEliminar
  2. Rosa.
    El mejor consuelo es el regalo que tú has recibido y que además sabes valorar.
    A mí me sigue ayudando 16 años después.
    Eres fantástica.
    Un beso gigante.

    ResponderEliminar
  3. Jo no et diré res. Sols et donaré una forta abraçada.
    BeaTriu

    ResponderEliminar
  4. Una forta abraçada des de Museros d'un amic del teu pare que considera un honor i un orgull haver-lo conegut i que encara no pot pensar en ell sense que li boten les llàgrimes.
    Andreu

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Andreu, encara recorde les teues classes de valencià. És increible com passa el temps i una gran llàstima que persones com mon pare deixen d'existir.
      Un abraç molt fort.

      Eliminar
  5. He llegado aquí desde twitter. Me marcho con el corazón encogido. Odio interntet. No.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No odies el poder llegar a todo el mundo. Internet es la forma más libre de expresión que existe.

      Eliminar
  6. Tuve la dicha de conocer a tu padre como director y como persona, y como tú dices, es y será el mejor director que haya tenido el instituto de Almenara. Me sacó de algún apuro que tuve en el instituto, me escuchó cuando tenía problemas y me secó las lágrimas. Cuando necesité a un padre él estuvo ahí como director, padre y amigo para aconsejarme y ayudarme. Lo admiraba muchísimo y se que no son únicamente mis palabras sino la de muchos alumnos del instituto. También tuve en clase a tu hermana Marga, una estupenda persona gracias a como os han criado y el cariño que os han sabido dar. Tu padre fue una gran persona y mejor padre. Muchas veces pienso en él y se que siempre estará en mi recuerdo.

    ResponderEliminar