39 semanas de gestación.
Nos hemos metido de lleno en el mundo oncológico en el momento del año que más visibilidad se le da.
Los lazos dorados acompañan a una enfermedad que cambia la vida por completo a los que la padecen y a los que les acompañan.
Nunca piensas que te va a tocar a ti.
Nunca piensas que les va a tocar a tus hijos.
Y nos toca.
Más cerca o más lejos.
Pero el cáncer forma parte de nuestras vidas.
Esas células que se vuelven locas.
Vete tu a saber por qué.
Investigación y financiación.
Nadie se merece que la locura de su cuerpo no se indague.
Nadie se merece no tener un protocolo de actuación.
Y menos un niño o una niña con la mirada limpia, ingenua y llena de luz.
La leucemia linfoblástica aguda del tipo B tiene protocolos establecidos.
Tiene caminos y ramas por las que avanzar.
Plantemos ramas. Financiemos la vida.
También está en nuestras manos.
En la mía, en la tuya y en la de quién lea estas palabras.
Dona sangre. Dona plaquetas. Dona médula ósea.
Porque sí, es imprescindible que se apoye más a los científicos.
Pero el acto altruista de dar anónimamente parte de nuestro cuerpo es el acto de amor más bonito que se le puede hacer a la humanidad.
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