domingo, 15 de mayo de 2016

Cinco años sin Pedro San Martín

Hola amor,

¿Por dónde empiezo este año? Mejor dicho, ¿por dónde empiezo a contarte  estos últimos tres meses?
Si te hubiera escrito a finales del año pasado todo el contenido hubiera sido diferente.

Me he casado.

Sí, así, sin más. En tres meses boda organizada.

Ya sabes que yo soy así. No me gustan las cosas a largo plazo. Me gusta emocionarme y vivir las experiencias intensamente. Sin parones y sin darle muchas vueltas.

Hicimos una boda perfecta. Toda nuestra. Sin protocolos, sin guiones establecidos y con mucha música y creatividad.

Porque si algo me ha unido a la gente que ha estado a mi lado ha sido las ganas de crear. De hacer, de dejar  huella en el mundo y poder sacar una sonrisa a la humanidad.

Hoy hace cinco años a estas horas estaba totalmente perdida. No entendía nada y la llamada de Borja me rompió literalmente el corazón y el alma.

Te fuiste.

Me dejaste una vida incierta marcada por unos años de amor verdadero que aún hoy perduran en mis células.

Porque a mi boda vinieron tus amigos. Nuestros amigos. Tu cuadrilla. Los “donostiarras de pro” que tantas alegrías y tan dura desgracia vivieron contigo.

Fue muy especial verles en mi boda. En el fondo, esa boda que hubiera podido ser nuestra o no. Pero que después de una temporada sin vernos me hizo sentir que aún nos queda muchos lazos atados que ni el tiempo ni la distancia podrá desatarlos.

En especial fui feliz de compartir ese día con Borja. No hace falta que te diga más. Tu ya sabes lo que significa para nosotros Borja.  Lo que significó para mí desde el día que le conocí en un restaurante vegetariano hippie-hípster (sí, el hípster es el nuevo indie) y terminamos cantando a grito pelado en medio del local, hasta los momentos vividos en Donosti cuando ya no estabas y los dos intentamos buscar nuestro camino.

Porque cuando un camino funciona y agrada es muy duro encontrarse con un muro y tener que buscar alternativas.

Pero más duro es quedarse esperando a que el trozo de hormigón se rompa. Hay que seguir buscando.
Borja se fue a China. Pero ya vuelve. Tengo ganas de verle más a menudo.

Yo encontré otro camino que me hace feliz.

No creo en que el amor verdadero solo pueda existir una vez.

Tampoco creo en que las desgracias puedan truncar una vida.

Hay que resurgir. Seguir caminando. Ser uno mismo y transmitir felicidad a los que te rodean.
Todo lo que he vivido me ha enseñado a relativizar los acontecimientos.  Nada es tan duro como para no superarlo. Nada es tan complicado como para no hacerlo y nadie es tan imprescindible como para hacernos dejar de sonreír.

En la vida nos iría mejor si nunca olvidáramos esto.

Me gustaría que un año más me pudieras contar que eres tan feliz como yo. Que tu nueva vida sea en la dimensión que sea te hace sonreír y que la felicidad que corre por mis venas sea una parte de tus partículas que aún siguen impregnadas en mí.


Siempre te querré Pedrito.



Disfruta de tu buena vida.





2 comentarios:

  1. Eres un ejemplo de superación Rosa. Enhorabuena por tu boda! Pedro donde esté se alegrará por ti seguro!

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    1. Estoy segura de ello Aránzazu. Muchas gracias por tus palabras.

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