A ti que aún no
sabemos tu nombre, que no sabemos tu sexo.
No sabemos si
sientes o no sientes, si estarás o no estarás pero aun así, te lo dedicamos a
ti.
Porque nos parece
increíble que seas. Nos parece increíble que vengas y, aunque me hayas obligado
a dejar la cerveza, el vinito y el sushi nos pareces algo tan nuestro e
increíble que me obligaría a comer col hervida todos los días si fuera
necesario.
No pensábamos que
llegarías tan pronto. Nunca hubiera imaginado que nos enteraríamos de tu existencia
un día antes de la boda de nuestros amigos Mireya y Óscar, sin parar de
vomitar, con 39 de fiebre y en la sala donde murió tu abuelo.
Porque fue el
lugar donde te supimos y será el lugar donde te veremos.
Porque los
médicos te anunciaron y ellos te traerán.
Porque hay tantas
coincidencias en el proceso que asusta solo de pensarlo.
Porque según
nuestros cálculos tendrás la proporción áurea en tu esencia y, pese a que de
géminis hubieras tenido muy buena vida, creemos que vas a ser tauro de pura
cepa.
Bienvenid@ a tu
proceso de ser. Bienvenid@ a tu camino de estar.
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