Volver a empezar a veces es complicado.
Cualquier cosa desconocida nos da miedo. Seguramente es más lo que
pensamos que lo que acaba siendo.
Si no cambiamos no avanzamos. Hay que
arriesgar. La podemos cagar, pero de los errores se aprende.
El miedo se transmite. Nada sale mejor
con miedo. Hay que ser valiente. Sacar pecho. Levantar barbilla y al
ruedo. Creer en lo que se hace en la mejor receta para el éxito.
Septiembre siempre es un mes de cambios
y novedades para los maestros.
Amistades que duran tres trimestres,
niños que crecen, padres que agradecen desprenderse de ellos por
unas horas, nuevas inquietudes, proyectos, objetivos y mucha, mucha
expectación.
Esos locos bajitos que van a pasar
contigo más horas que con sus familiares, que van a idolatrarte, a
sacarte de quicio, a dejarte afónica, a hacerte reír, disfrutar y
al mismo tiempo agotarte.
Trabajaré en una escuela de educación
especial. Maestra de música. Todo nuevo. Totalmente diferente a un
colegio ordinario.
Si algo he respirado en estos días que
llevamos de septiembre es que el cariño, respeto, ganas de trabajar
y de pasarlo bien se transmite.
Con silla de ruedas, en camitas, sin
movimiento, en un mundo paralelo, en la ilusión de una realidad
diferente, la vida avanza.
Espero hacerles felices, hacerles
sonreír, que simplemente con los ojos transmitan, disfruten y
sobretodo, que en este nuevo reto, tanto para ellos que nunca han
tenido maestra de música y para mí que nunca he ejercido de ello,
simplemente las vibraciones nos hagan ser mejores cada día.
Espero también que me dejen el culo y
las tetas tranquilas, que los ojos de cristal no se tiren al suelo y
que a ninguno se le vaya la pinza y arremeta su fuerza bruta contra
mi.
Sobre la marcha.
Porque todo este curso, tiene pinta de
que será, simplemente especial.
Con mis alumnos de 4º de ESO realizamos semanalmente una actividad colaborativa con un centro de educación especial y te aseguro que son los mejores momentos de la semana!
ResponderEliminarAhi van mis ánimos y mi admiración por tu trabajo!
yo he llegado y la verdad es que hasta que no vea a los niños el lunes... estoy perdida. Me sirven tus ánimos y fuerzas, a todo se hace una pero los comienzos, serán duros.
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