Y sí. Llegó.
Un año
compartiendo días y noches.
Un ciclo anual
que seguiremos repitiendo mientras nuestros cuerpos nos dejen.
Porque en este
año me he dado cuenta de que esto ya es para siempre y que cada etapa tiene sus
cosas y hay que disfrutar de lo bueno y lo malo de cada una de ellas.
Aunque quejarse
también está permitido.
Nos has dado
algunas nochecitas dignas de recuerdo por la salida de los dos incisivos
centrales (palas) que andan asomando.
Hemos podido controlar el tema de los vómitos
pre-comidas. Simplemente hemos hecho caso
omiso a tus reacciones y no te hemos sentado en mesa hasta que no has tenido el
plato delante y no te hemos dejado hacer sobremesa. No lo has vuelto a hacer. Igual
que vino se fue.
Mides 73cm, pesas
9’51kg y tu perímetro craneal sigue en 46 cm.
Ya has dado tus
primeros pasitos sin apoyos pero prefieres seguir gateando o ir cogida de las
sillas. Es muy gracioso ver cómo te las apañas para poder gatear con cuentos en
la mano para llevarlos donde estamos nosotros y te los contemos.
Parece que hables
y contestes con los sonidos que emites. Nos das besos, abrazos, te señalas las
partes de la cara y comprendes casi todo lo que te decimos.
Has Entrado en el
salto de los programas y ya controlas totalmente las secuencias más comunes
para hacer las cosas.
Seguimos con el
calendario de vacunaciones y como de costumbre te dieron reacción. Nos pasamos
el fin de semana previo a las vacaciones en casa aunque nos acompañaron tus
tías queridas y conociste a Mika.
Has vivido tu
primera semana santa pasada por agua. Ha sido imposible hacer planes de
exterior. De repente volvió el frío y no paró de llover durante todos los días
de tradiciones y procesiones.
Aun así tu abuela
María, Pedro y Gloria, tu amiga Júlia y la mamá del cole, te trajimos monas a
tuttiplen para empezar bien la tradición de pascua.
Confesar que fue
la mamá la que tuvo desayuno durante toda la semana santa.
Como nos dijo el pediatra
en la última visita, el azúcar y los procesados a evitar totalmente. Ya habrá
tiempo para que no podamos controlar al 100% la ingesta y entonces seguiremos
las palabras del nutricionista Julio Basulto. “No ofrecer, no negar”. Aunque un
pellizquito sí que probaste.
Hemos comido en
casa con Júlia, disfrutaste descubriendo la casa del tío Iván y pasamos un día
increíble de barbacoa calentitos gracias al suelo radiante. Terminamos los días
de fiesta oficial visitando un restaurante de Cullera y tirando bombitas con los amigos de papá. Con
el día que hacía vimos poco así que, nos tocará volver en otra ocasión.
Tantos días y
horas en casa nos dieron para preparar plastilina comestible con la que disfrutamos
más papá y mamá que tú. La hemos guardado en botecitos y te la ofreceremos más
adelante a ver si te llama más la atención.
También hubo
cosas no tan buenas. Siempre dicen que los peores accidentes con niños pasan
cuando estás en casa y efectivamente. Este mes te has caído del sofá (aunque no
te hiciste nada) y sin querer te enganchamos la uña del dedo pequeño de la mano
con la parte de debajo de la puerta y se te levantó. Ahí sí que padeciste. Ni
el pecho pudo calmarte en un buen rato.
Pero bueno, nos
hemos pasado el mes viendo qué pasaría con ella y lo más seguro es que caerá y
saldrá una nueva. Menos mal que el proceso de caída y regeneración parece ser
que no te duele en absoluto.
Sentimos el
percance Abril, a veces somos un poco brutos…
Terminada la
semana santa oficial, aquí en la Comunidad Valenciana, tenemos fiesta escolar
la semana de después y en esa sí que acompañó un poco más el tiempo.
23 de Abril. 7
Sant Jordis juntos y tercer aniversario de boda. Siempre será un día normal y a
la vez especial el día del libro.
Disfrutamos de
tres días de bebeteca en la biblioteca del pueblo y nos encantó a los tres. Te
encanta escuchar cuentos, estar y ver a otros niños y te quedaste abobada
escuchando la voz de Laia, la narradora de Rebombori Cultural que hizo una
sesión de la actividad. El monstruo de colores, “a mí no em fa por”, “el lleó
que no sabia escriure” “Joan Petit”… una actividad muy chula para los más
peques del pueblo. Lástima que la biblioteca aún no esté acondicionada para
niños. Pero siempre nos quedará la de Moncofa.
Hemos hecho
sesión de fotos.
De recién nacida
fui muy reacia y sólo hicimos las que vino la chica al hospital y te hizo el día
que naciste pero ahora te veo tan graciosa, tan bebé y a la vez tan niña, con
tantas ganas de descubrirlo todo, de experimentar y de vivir que me apetecía
que viviéramos una sesión de fotos en familia.
Ha sido genial.
Una amiga de papá
que tiene un estudio en Castellón, nos guardó una mañana para conocerte y
hacerse tu amiga. Cogimos tus cuentos, tus juguetes preferidos y tu ropa
habitual.
No queríamos ni
pasteles, ni banderines ni tartas destrozadas. Queríamos unas fotos que nos
recuerden tu primer cumpleaños con tus pliegues
abrazables y tú día a día con tus cosas.
Me ha gustado
tanto la experiencia que no descarto hacerlo todos los años…
Cómo cambia todo…
y es que somos tan diferentes a hace un año… Tú ni existías y yo no tenía ni
idea de lo que era ser madre.
Terminamos las
fiestas visitando el grao de Castellón y las carabelas del puerto y cenando
rico, rico con Júlia y familia, viendo los caballos de la fiesta de San Vicente
en Nules y la feria agrícola en la Vall y aprovechamos el día del trabajador
haciendo una visita guiada por el casco antiguo de Valencia con Pedro y Gloria.
¡Hasta comimos en la cueva de la Moma!
Has conocido a
Guillem, que ha nacido 10 meses después de ti y has jugado con Ian, su hermano
mayor que está hecho todo un hombrecito.
Terminamos con la
celebración de tu cumpleaños. Una comida con toda la familia, con nuevos
cuentos sensoriales y musicales, carruseles franceses y vestiditos para la
próxima boda a la vista.
No creo que
recuerdes mucho de tu primer año pero para mí ha sido una de los más increíbles
de mi vida.
Nunca pensé que
empezar a ser madre sería tan duro. Nunca pensé que me costaría tanto
acostumbrarme a este cambio de vida en el que una personita nueva salida de mi
cuerpo pasaría a ser el centro de mi universo y durante los seis primeros meses
de vida me tendría sin trabajar, sin pensar en mí y sin darme cuenta de que
pese a que para mí los días eran eternos, el tiempo pasaba tan rápido que nada
queda de esa recién nacida que vivió su primer medio año de vida en una casa
diferente.
Echo la vista
atrás y pienso en todos los tabús que quedan por normalizar respecto la
crianza, la suerte que tuvimos de tener a papá en casa tus cuatro primeros
meses de vida, la necesidad de información y de ayuda para las familias
primerizas, la gran ayuda que aportan las redes sociales, los profesionales que existen en las redes que ayudan de manera
desinteresada a la población, las mil y una maneras de hacer las cosas, la
importancia de que las personas que están a nuestro alrededor apoyen nuestra
manera de hacer las cosas, todas las políticas que deberían ayudar a permitir que todas las madres tuvieran
la oportunidad de dar el pecho durante todo el tiempo que quisieran sin
renunciar a volver al trabajo, la importancia de escuchar y no juzgar, de saber
que todo está bien y de disfrutar de la bueno y lo malo del día a día .
Lo hago como
madremente puedo.
Lo hace como
padremente puede.
Pero para ti,
será la forma perfecta de crecer.
Porque es nuestra
forma.
Porque esto acaba
de empezar.
Feliz primer año
de vida Abril.
Gracias por
haberme hecho llorar y reír a la vez.
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