miércoles, 10 de abril de 2019

Abril en marzo de 2019. 11 meses.


Ya nos acercamos al año y como dicen los libros, a una ralentización del crecimiento.  Mides 71cm, pesas 9’32kg y sigues con el mismo perímetro craneal de 46cm.

Hoy estrenas tus primeros zapatos. No quería comprarte hasta que no anduvieras del todo pero viendo cómo se agotan los zapatos feroces, he decidido comprártelos  ya para cuando estemos fuera de casa en verano.

Son zapatos de piel, con una suela muy blandita y flexible, artesanos y se adaptan genial al pie de los bebés.

Andas si te cogemos de la mano, pero aún prefieres gatear y caminarás cuando estés preparada.
Has descubierto los parques y los columpios. Delante de casa tenemos uno adaptado para bebés que te hace reir a carcajadas mientras papá te empuja y te vas acercando y alejando de él.  También un parque muy chulo en la playa de Moncofa que han hecho nuevo y nos ha hecho disfrutar de un domingo de sol con parada para comer en el DUC.

Tú con tu sillita, tu babero y el tarro con las verduras y  tortilla. Ha sido una gozada comer los tres de nuevo fuera de casa. Desde el 1 de enero que no salíamos a comer ni a cenar a ningún restaurante y la verdad, podríamos hacerlo muchas más veces porque te portas genial.

En fallas, aunque ya no vivamos en la calle san José, hemos ido a ayudar a nuestros antiguos vecinos a limpiar al santo, arreglar las flores y dejarlo todo limpio para el día de la fiesta.

Es una figura que preside la calle y que la compró tu tataraabuelo y tataraabuela junto a los vecinos de la época para colocarlo en la pared de la iglesia que toca al callejón donde has pasado tus seis primeros meses de vida.

El 21 de marzo mamá se fue de excursión a Valencia a “la academia valenciana de la llengua” y fue la primera vez que estuve desde las 8h hasta las 17h sin darte leche y sin tener que extraerla.
La verdad es que la producción se ha regulado muchísimo y ahora ya no tengo subidas de leche a no ser que estimules  el pecho succionando.

Sigues mamando para desayunar, antes de comer, para merendar y para dormir pero muchas veces simplemente es ese momento de parar, de volver a lo conocido, de unión y de paz lo que te hace buscarme y casi arrancarme el vestido para tirarte como una loca al pezón.

Magdalena significa que papá tiene una semana de fiesta y la hemos aprovechado al máximo. Pese a la visita de los arcángeles y situaciones de tensión en el trabajo, has visto el pregón infantil, la bajada de las gaiatas y te hemos puesto blusa (aunque a puntitos de colores) y pañuelo magdalenero para comernos una rica paella cocinada por papá el primer domingo de fiestas.

Dentro de nada estás haciendo de pinche del chef.

Y hablando de chefs, papá y mamá aprovecharon que no estuviste con la abuela María en Magdalena para pedirle que se quedara contigo el sábado y nosotros  poder salir, después de casi un año sin ir a ningún sitio solos, a comer juntos al restaurante-espectáculo “Shamsa” de Valencia.

Una experiencia sensorial para recordar y disfrutar de la mezcla de sabores, texturas, presentaciones y sensaciones que vivimos durante más de 3 horas.

Hemos hecho nuestro primer scape room junto tu amiga Júlia y sus padres, hemos ido a tocar el violín y el ukelele a tu futura clase de infantil con repertorio de Pepa pig y la Patrulla canina, te hemos creado tu rincón de lectura en el salón  has vivido el ochenta y tres cumpleaños de tu super abuela materna, hemos ido al cuentacuentos familiar de narrativa oral de Moncofa y has vivido tu primera “festa per la llengua”.

Mamá pudo disfutar de un concierto nocturno de “Els catarres” y de su antiguo grupo “Pleasant Dreams” y papá aguantó el tipo cuando a las dos de la mañana te despertaste buscando pecho y pudo en 15 minutos volverte a dormir.

Cada vez todo se va normalizando más y empezamos a volver a hacer cosas que parecía que eran de nuestra vida antes de ti.

Sigo pensado que ser padres es un cambio muy grande de vida. Sobre todo para la madre. Te cambian las hormonas, las prioridades, la percepción del tiempo y te sumerges en un mundo de nuevas situaciones, preocupaciones y dudas que antes de ti no tenías ni idea de que existían.

Esta última semana nos volviste locos buscando el por qué, cada noche, a los 5 minutos de haber cenado, te metías la mano dentro de la boca y vomitabas todo lo ingerido.

No sabemos si era por los dientes, porque te preparamos la comida demasiado al “dente”, si el tipo de corte de los alimentos no era el correcto… pero hemos vuelto a controlar mucho más todos estos factores como lo hacíamos al principio del blw y ya estos últimos días estás cenando como siempre.

Tienes debilidad por la proteína. Intentamos seguir las recomendaciones de no sobrepasar los 20g de pescado o carne al día u ofrecerte un huevo pero cuando ves el plato con verduras, aunque te acabas comiendo la mayor parte del plato, lo primero que te comes sin pestañear es la proteína.

Este mes hemos añadido los guisantes, el maíz, champiñones y gambas a la lista de alimentos que ya te hemos ofrecido.

Pero la fruta sigue siendo tu familia de alimentos preferida.

Estás muy graciosa y te entretienes mucho mirando tus cuentos, jugando con tus juguetes y hablándoles a tus juguetes preferidos de casa, el bebé negrito con su cuna y su mantita de tela y el lobo de Ikea con su enorme boca con dientes.

En casa la abuela triunfa el gatito de peluche con el collar magdalenero y los juguetes musicales para pulsar y apretar botones.

El mes que viene ya cumples un año y parece que fue ayer cuando te conocimos.

Un año más en nuestras vidas.

El primer año de tu nueva vida con nosotros.

Abril en abril para quedarse.

Abril en abril para vivir.




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