Ya nos acercamos
al año y como dicen los libros, a una ralentización del crecimiento. Mides 71cm, pesas 9’32kg y sigues con el
mismo perímetro craneal de 46cm.
Hoy estrenas tus
primeros zapatos. No quería comprarte hasta que no anduvieras del todo pero
viendo cómo se agotan los zapatos feroces, he decidido comprártelos ya para cuando estemos fuera de casa en
verano.
Son zapatos de
piel, con una suela muy blandita y flexible, artesanos y se adaptan genial al
pie de los bebés.
Andas si te
cogemos de la mano, pero aún prefieres gatear y caminarás cuando estés
preparada.
Has descubierto
los parques y los columpios. Delante de casa tenemos uno adaptado para bebés
que te hace reir a carcajadas mientras papá te empuja y te vas acercando y
alejando de él. También un parque muy
chulo en la playa de Moncofa que han hecho nuevo y nos ha hecho disfrutar de un
domingo de sol con parada para comer en el DUC.
Tú con tu
sillita, tu babero y el tarro con las verduras y tortilla. Ha sido una gozada comer los tres
de nuevo fuera de casa. Desde el 1 de enero que no salíamos a comer ni a cenar
a ningún restaurante y la verdad, podríamos hacerlo muchas más veces porque te
portas genial.
En fallas, aunque
ya no vivamos en la calle san José, hemos ido a ayudar a nuestros antiguos
vecinos a limpiar al santo, arreglar las flores y dejarlo todo limpio para el
día de la fiesta.
Es una figura que
preside la calle y que la compró tu tataraabuelo y tataraabuela junto a los
vecinos de la época para colocarlo en la pared de la iglesia que toca al
callejón donde has pasado tus seis primeros meses de vida.
El 21 de marzo
mamá se fue de excursión a Valencia a “la academia valenciana de la llengua” y
fue la primera vez que estuve desde las 8h hasta las 17h sin darte leche y sin
tener que extraerla.
La verdad es que
la producción se ha regulado muchísimo y ahora ya no tengo subidas de leche a
no ser que estimules el pecho
succionando.
Sigues mamando
para desayunar, antes de comer, para merendar y para dormir pero muchas veces
simplemente es ese momento de parar, de volver a lo conocido, de unión y de paz
lo que te hace buscarme y casi arrancarme el vestido para tirarte como una loca
al pezón.
Magdalena
significa que papá tiene una semana de fiesta y la hemos aprovechado al máximo.
Pese a la visita de los arcángeles y situaciones de tensión en el trabajo, has
visto el pregón infantil, la bajada de las gaiatas y te hemos puesto blusa
(aunque a puntitos de colores) y pañuelo magdalenero para comernos una rica
paella cocinada por papá el primer domingo de fiestas.
Dentro de nada
estás haciendo de pinche del chef.
Y hablando de
chefs, papá y mamá aprovecharon que no estuviste con la abuela María en
Magdalena para pedirle que se quedara contigo el sábado y nosotros poder salir, después de casi un año sin ir a
ningún sitio solos, a comer juntos al restaurante-espectáculo “Shamsa” de
Valencia.
Una experiencia
sensorial para recordar y disfrutar de la mezcla de sabores, texturas,
presentaciones y sensaciones que vivimos durante más de 3 horas.
Hemos hecho
nuestro primer scape room junto tu amiga Júlia y sus padres, hemos ido a tocar
el violín y el ukelele a tu futura clase de infantil con repertorio de Pepa pig
y la Patrulla canina, te hemos creado tu rincón de lectura en el salón has vivido el ochenta y tres cumpleaños de tu
super abuela materna, hemos ido al cuentacuentos familiar de narrativa oral de
Moncofa y has vivido tu primera “festa per la llengua”.
Mamá pudo
disfutar de un concierto nocturno de “Els catarres” y de su antiguo grupo
“Pleasant Dreams” y papá aguantó el tipo cuando a las dos de la mañana te
despertaste buscando pecho y pudo en 15 minutos volverte a dormir.
Cada vez todo se
va normalizando más y empezamos a volver a hacer cosas que parecía que eran de
nuestra vida antes de ti.
Sigo pensado que
ser padres es un cambio muy grande de vida. Sobre todo para la madre. Te
cambian las hormonas, las prioridades, la percepción del tiempo y te sumerges
en un mundo de nuevas situaciones, preocupaciones y dudas que antes de ti no
tenías ni idea de que existían.
Esta última
semana nos volviste locos buscando el por qué, cada noche, a los 5 minutos de
haber cenado, te metías la mano dentro de la boca y vomitabas todo lo ingerido.
No sabemos si era
por los dientes, porque te preparamos la comida demasiado al “dente”, si el
tipo de corte de los alimentos no era el correcto… pero hemos vuelto a
controlar mucho más todos estos factores como lo hacíamos al principio del blw
y ya estos últimos días estás cenando como siempre.
Tienes debilidad
por la proteína. Intentamos seguir las recomendaciones de no sobrepasar los 20g
de pescado o carne al día u ofrecerte un huevo pero cuando ves el plato con
verduras, aunque te acabas comiendo la mayor parte del plato, lo primero que te
comes sin pestañear es la proteína.
Este mes hemos
añadido los guisantes, el maíz, champiñones y gambas a la lista de alimentos
que ya te hemos ofrecido.
Pero la fruta
sigue siendo tu familia de alimentos preferida.
Estás muy
graciosa y te entretienes mucho mirando tus cuentos, jugando con tus juguetes y
hablándoles a tus juguetes preferidos de casa, el bebé negrito con su cuna y su
mantita de tela y el lobo de Ikea con su enorme boca con dientes.
En casa la abuela
triunfa el gatito de peluche con el collar magdalenero y los juguetes musicales
para pulsar y apretar botones.
El mes que viene
ya cumples un año y parece que fue ayer cuando te conocimos.
Un año más en
nuestras vidas.
El primer año de
tu nueva vida con nosotros.
Abril en abril
para quedarse.
Abril en abril
para vivir.
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