¡Vaya cambiazo has pegado durante este mes!
Ya pesas 6’050 kg y mides 59cm con un perímetro craneal de 40’5cm. Se nota
cuando te cogemos de la mini cuna o del suelo. Ya empiezas a pesar.
Has hecho tu primera escapada de fin de semana al fresquito de Nogueruelas
aprovechando el fin de semana de nubes de mitad de mes que nos han dado un poco
de tregua antes de llegar a agosto con ola de calor en su primera semana.
El día 23 te pusimos tus primeras vacunas. Pobre. Entre mis brazos y con el
pecho preparado para succionar y aliviarte el susto y el dolor. Nunca te había oído llorar así y nunca te
había visto con esa cara de “qué está pasando” al notar el primer pinchazo en
la pierna. Fueron 3 que contenían 10 vacunas diferentes.
La teta lo cura todo y, pese a que creo que nos dolió a las dos por igual,
las 24 horas siguientes aguantamos con febrícula y mimos los efectos
secundarios de los bichillos por tu cuerpo.
Te dimos un poco de Apiretal dos veces y devolviste acto seguido toda la
leche ingerida. Nunca te había visto devolver. La leche te salía por la boca y
nariz. Tú ni te inmutabas pero solo querías brazo y caricias.
Creo que todo esto se te juntó con un estirón de crecimiento y el salto de
las transiciones suaves y fluidas de la semana mágica 12.
A partir de ese día empezaste a darte la vuelta y ponerte boca abajo tu
sola, a coger perfectamente objetos con tus manitas y a interesarte de manera
asombrosa por el movimiento de las hojas de los árboles y las palmeras del
paseo diario que hacemos del pueblo a la playa.
Has vivido el eclipse lunar más largo del siglo con luna de sangre. Un mágico
paseo nocturno.
El día 1 de agosto a la hora de la siesta y diez minutos después de
comentar que no tardarías en reírte a carcajadas, papá te cantó Pin Pon a ritmo
de rap y te reíste como si no hubiera un mañana. Tenemos el momento grabado y
cada vez que lo revivimos volvemos a reírnos a carcajadas contigo.
Respecto al sueño pues depende del día. En general seguimos espaciando las
tomas poco tiempo. El primer sueño es el más largo y suele durar unas 4 horas y
después cada dos horas o dos horas y media reclamas un poco de leche.
Hubo un día que dormiste 6 horas seguidas y de lo alucinada que me quedé ya
no pude dormir más.
En general ser padres primerizos es eso, preocuparse por el exceso y por la
falta. La cuestión es informarse e indagar. Bendito internet, benditos libros y
benditas redes sociales de otras mamás que cuentan sus experiencias.
Cada crianza es un mundo pero si juntas unos cuantos pequeños mundos puedes
ir sacando patrones que te ayudan a despreocuparte un poco o a estar preparados
para los cambios que tienen que llegar.
Porque ahora ya pasas largos ratos paseando sin rechistar, mirándolo todo.
Porque parece que, hasta que vuelva el próximo salto y te vuelva a poner la
percepción del mundo patas arriba, nos vas a dar una tregua y vamos a disfrutar
de los juegos, del gimnasio Montessori hecho por tu abuelo, de los libros de
contrastes comprados en la feria del libro de Moncofa, de los libros de tela,
de la jirafa Sophie, de tu sonajero de la bebenube, de la manta de Tinny love y
de los temazos que te cantamos papá y mamá acompañados del ukelele.
Lástima que tengamos obras delante, detrás, debajo y al lado de casa. A
veces las radiales, los picos y las taladradoras se hacen insoportables. Eso
sumado al calor que hace en casa y a los días en los que no hemos dormido bien…
Ya tengo ganas de notar un poco más de fresco.
Nuestra nueva casa ya casi está.
Hemos puesto la barandilla de la escalera y los cristales de las nuevas
ventanas. Lo malo es que no sé cómo los han puesto que están llenos de silicona
mal puesta por las juntas.
No acabo de entender el mundo de la construcción en general.
¿No ven que el acabado no está bien? ¿No ven que van a tener que volver a
hacer lo hecho?
Al final todos hemos de ser responsables y profesionales en nuestro trabajo
e intentar hacerlo lo mejor posible para que el resultado final esté a la
altura de las facturas que se demandan...
Pero en el mundo de la construcción y las reformas parece que para algunos
trabajadores o hacen el trabajo a desgana, o no saben, o les da igual cómo se
quede.
Lo comentas con la gente y siempre la misma frase:
“Cuando te metes en obras…”
Y digo yo… ¿qué pasaría si los médicos hicieran igual? ¿Qué pasaría si los
ingenieros diseñaran mal los puentes y las carreteras? ¿Qué pasaría si los
maestros no preparáramos nuestras clases y no pensáramos en cada una de las
necesidades de los niños que tenemos?
No quiero generalizar porque también hemos tenido profesionales
cumplidores, pulcros y con unos resultados excelentes pero está muy
generalizado el tema de las chapuzas en el tema inmobiliario y no debería ser
así.
Pese a todo ya nos queda poco y, con las pocas opciones de que se trabaje
en agosto en mente, esperamos que para finales de septiembre u octubre podamos
hacer la mudanza.
Entramos en el último mes en el que podremos estar papá y mamá al 100%
cuidándote.
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