La inspiración y las ganas no siempre
se tienen.
Hay épocas en las que circunstancias,
sucesos internos o externos a nosotros mismos, problemas... hacen que
las neuronas que daban rienda suelta a la imaginación se tengan que
ocupar de otros quehaceres y dejen la invención en el último de sus
planos.
Creo que algo así me ha sucedido y
nunca encontraba el momento para sentarme.
No me hace falta mucha concentración.
Con papel y boli puedo hacerlo en cualquier sitio. Pero es el tiempo,
el estado, el mundo que te rodea, las ganas...
Putos problemas. Ojala no existieran.
Puto tiempo. Ojala no pasara tan rápido.
Pero es lo que hay, el tiempo pasa y no
vuelve, los problemas aparecen, desaparecen y vuelven a aparecer nuevos. Mientras, nosotros, nos ofuscamos, nos fustigamos y dejamos
de disfrutar de cosas que realmente sabemos que nos hacen felices.
Espero volver.
Siempre nos ocurren cosas, todos
tenemos anécdotas, vivencias y gente a nuestro alrededor.
Siempre tenemos algo que contar.
Solo hay que decidirse a escribir y
compartirlo.
Gracias por volverme a leer.
Rosa, precisamente en eso consiste esto ¿no?. La tierra gira y gira, mientras nosotros caminamos por la sucesión de valles y montañas que a cada unx nos van saliendo al paso. Bienvenida a ésta, tu casa.
ResponderEliminargracias, espero no abandonarla nunca.
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