Cuando en un
aperitivo de domingo sale de tema estrella la letra de una canción es que
realmente esas palabras han llegado hondo.
No me gusta imponer
ni dogmatizar el valor o la calidad de una obra musical pero con esto de que el
premio Nobel de literatura haya recaído en un músico ha habido mucha polémica
.
Una persona que
hace que las palabras acompañadas con música sean parte de nuestras vidas, de
la vida de nuestros padres o que lo serán de las generaciones futuras se merece
el mismo respeto o más que aquel que cuenta una historia extensamente.
Porque la
longitud y la extensión no es proporcional a la calidad.
Porque muchas
veces menos es más.
Y porque las
palabras en un contexto musical ondean libres en nuestros sentidos.
Hoy hemos analizado
“Jo mai, mai” de Joan Dausà.
¿Por qué no? ¿Acaso
es tan improbable estar enamorado de un amigo? ¿Es tan improbable quedarte con
la espina de ese amor que dejaste escapar por miedo, por vergüenza o por circunstancias
que ni sabes y te hizo pasar página?
Le ves
asiduamente. Te encanta estar con él. Es tu amigo. Le quieres. Te ríes y te
diviertes a su lado.
Pero estás casada.
Y también le quieres, y también te divierte y lo amas. No lo cambiarías por
nada. Eres feliz.
Pero les amas.
Les quieres a los dos. Te encantaría tener dos vidas. Te encantaría ser la
mujer de los dos. Soñarías con que los días tuvieran dos noches para meterte en
ambas camas. Serías feliz llevando esa doble vida.
Tan diferente y
tan perfecta a la vez.
Porque los dos te
pierden, los dos te enloquecen y los dos irían al fin del mundo contigo.
Pero solo puede
haber un libro de familia a la vez.
Solo existe la
sociedad de ahora, monógama, posesiva y fiel.
Y es así. Y lo
sabes.
Y entonces
escuchas esa canción. Esas pocas palabras que dicen tanto en tan poco. Esa
tensión. Esas miradas cargadas de alcohol y complicidad que hacen que todo
salga a la luz.
Porque hay amores
que nos llevaremos a la tumba con nosotros. Hay deseos que nunca confesaremos
haberlos sentido y hay sentimientos tan encontrados que te hacen feliz y te
duelen a la vez.
La vida son
decisiones que vamos tomando a medida que pasa el tiempo. Son caminos que
tomamos y otros que dejamos vacíos. Son vasos que llenamos y vamos consumiendo.
Porque tienes la
decisión de beber o no hacerlo.
Porque solo con
pensar estas decidiendo tu destino.
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