-Cariño,
hoy lo vamos a celebrar con oporto.
-
¿Pero como quedamos el otro día? Yo me levanto a las 6!
-Aisss
ya
lo sé son dos años viviendo juntos, sé a qué
hora
te levantas… pero no me digas que el otro día no lo pasaste bien
con el champagne…
-
¿Y no podemos celebrarlo el viernes?
-¡Qué
dices! ¿Desde cuándo las cosas se celebran dos días después?
-
Voy a por el vino y nos vamos a poner unas buenas copas. Pondré a
Arcade Fire, nos emborracharemos y nos quedaremos afónicos.
-
¿Y los vecinos?
-
¿Pero no lo oyes?? ¡Todo el bloque está celebrando la victoria de
España!
-
Cariño, nadie del bloque se levanta mañana a las 6…
-
Mira, si no quieres pasártelo bien conmigo, me voy a casa del vecino
del quinto que ya sabes que siempre me mira de arriba abajo con unas
ganas de meterme mano contenidas que sólo con que le dé le dedo se
me va a comer entera.
-
¿Cómo puedes ser tan chantajista?
-
Yo sólo tengo ganas de fiesta y de repetir y mejorar el polvo de el
triunfo contra Francia… porque eso sí, ahora ya sabemos que
estamos en la final… espero que sea mucho mejor que la otra noche…
-¿No
te gustó?
-Bufff,
claro que me gustó, pero todo se puede mejorar… ve poniendo las
copas, yo voy a por unos accesorios.
A
los 10 minutos, salí increíblemente atractiva con un corsé de raso
a juego con unos guantes largos, unas medías sostenidas por una liga
de encaje y unos tacones que me hacían 15 cm más alta. Todo de
color negro con pequeños adornos y transparencias.
-¡Dios
santo cariño! ¡Estas increíblemente preciosa!
-¿Te
gusta?
No
hizo falta responder, sólo de verla le había entrado un calentón
que no le dejó pensar ni en horarios ni en madrugones. Sabía que al
día siguiente lo pasaría mal, pero también sabía que ya sólo
quedaba la final contra Italia. No sabía que le prepararía su mujer
pero tenía muy claro que la final la organizaría él.
A
ella no le gustaba el fútbol pero le encantaba celebrarlo todo con
buen sexo, mucho lujo y demasiado alcohol…